miércoles, 4 de agosto de 2010


Palabras homófonas

Las palabras homófonas son aquellas que tienen la misma pronunciación pero su ortografía y significado son diferentes. Así pues, suenan igual pero tienen distinto significado, por lo que la igualdad de significantes es sólo acústica, pero no ortográfica pues se escriben diferentes, lo que sin duda provoca errores en su escritura, en especial, cuando se desconoce su origen, su significación y su forma. Ejemplos.
a
(preposición) ha
(forma del verbo haber)
ablando
(forma del verbo ablandar) hablando
(forma del verbo hablar)
abría
(forma del verbo abrir) habría
(forma del verbo haber)
aceros
(aleación de hierro y carbono) haceros
(forma del verbo hacer)
agito
(forma del verbo agitar) ajito
(ajo pequeño)
ala
(apéndice para volar) hala
(interjección de ánimo)
amo
(dueño) hamo
(anzuelo)
aré
(forma del verbo arar) haré
(forma del verbo hacer)
aremos
(forma del verbo arar) haremos
(forma del verbo hacer)
arte
(virtud y habilidad para hacer una cosa) harte
(forma del verbo hartar)
arrollo
(forma del verbo arrollar) arroyo
(río pequeño)
as
(campeón) has
(forma del verbo haber)
asta
(cuerno, mástil) hasta

homofonía

La homofonía es un fenómeno de la lingüística por el cual dos palabras diferentes coinciden en la forma externa (del griego "homo" igual y "fono" sonido). Las palabras homófonas pueden escribirse igual, como "traje" del verbo traer o "traje" de vestir, o pueden escribirse diferente, como "vaca" de animal y "baca" del coche. Las palabras que se pronuncian igual, pero se escriben de forma diferente se llaman homofonas. Forma parte de la homonimia.

Seguimos aportando mayor información con algunos ejemplos de la homofonía.

En cuanto a palabras con y sin H destacan Deshecho (verbo de Deshacer) con Desecho (desperdicio), Honda (profunda) con Onda (curva) y Hay (verbo de Haber) con Ay (exclamación), Aré (del verbo arar) con haré (del verbo hacer), Arte (virtud y habilidad para hacer algo), harte (del verbo hartar), As (campeón), has (del verbo hacer).

Con las palabras con G y J destacan agito (del verbo agitar), y ajito (ajo pequeño).

Con las letras B y V destacan Baso (verbo basar), Vaso (recipiente para depositar liquido), Barón (titulo nobiliario), Varón (hombre), Barita (óxido de bario), varita (vara pequeña), Bate (palo usado para golpear la pelota), vate (poeta).

Con Y o LL destacan Rallar (desmenuzar) con Rayar (hacer rayas), Arrollo (verbo de arrollar); Arroyo (río pequeño) o Valla (cerca) con Vaya (verbo de Ir). O también tenemos otros como Aya (mujer que cría niños), haya (árbol forma del verbo haber), halla (del verbo hallar), Halla, La (ciudad de Holanda).

Así como estos casos existen una cantidad enorme que incluyen otras letras de parecido sonoro. Por último, como dato curioso es importante decir que la homofonía no es un fenómeno que afecte tan solo a la lingüística sino que también existe la homofonía en el campo musical, ¿En qué consiste? La homofonía se da en distintas partes o líneas musicales que remueven paralelamente en un ritmo y tono con la finalidad de formar acordes que brindan un acompañamiento armónico a la melodía principal ya que en el campo musical también se utiliza esta palabra para referirse a dos o más partes.

Usos de la G, J.

USOS DE LA “g”

Cuando queremos que la “G” suene suave, se pone “U” -la cual carece de sonido- en gue, gui, (ge, gi suenan fuerte) juguete, guillotina.

Si queremos que suene la “u” entonces se le pone diéresis. Bilingüe.

Los comienzos geo (que signifiquen Tierra) Geografía.

La sílaba gen. General, imagen.
Comienzos gest.
Gesto.
Terminaciones gerar, ger, gir. Exagerar, proteger, dirigir.

EXCEPTO: TEJER, CRUJIR, BRUJIR.
Verbos terminados en giar.
Contagiar.
Después de al, an, ar. Algarabía, angelical, argumento.

EXCEPTO: ALJIBE.
Comienzos legi (que significa ley)
legítimo.

EXCEPTO: LEJITOS.

USOS DE LA “j”

Aunque hay palabras con ge, gi, vamos a escribir je, ji, cuando no hay “G” en las palabras de donde provienen. Hoja=hojear, hijo=hijito.
Proteger=protegí.

Verbos terminados en jear, jar. Canjear, despojar.
Terminaciones jero, jera, jería. Mensajero,a, mensajería.

EXCEPTO: LIGERO, EXAGERO, REFRIGERO.

Terminaciones aje. Equipaje.
Comienzos eje. Ejecutivo.

HOMÓFONAS “g, j.”

INGERENCIA DE INGERIR, INTRODUCIR ALGO POR LA BOCA.
INJERENCIA DE INJERTO: INCLUIR UNA COSA EN OTRA, INMISCUIRSE O ENTROMETERSE)

Palabras graves, paroxítonas o llanas

La palabra grave, llana o paroxítona es aquella palabra en la que la acentuación fonética recae en su penúltima sílaba. La mayor parte del léxico castellano está compuesto por palabras llanas y éstas en su mayoría terminan en -n, -s o en vocal, tales como hombre, caminas o suben. El acento ortográfico lo llevan las palabras llanas que terminen en una consonante distinta de las anteriores, como Bolívar, débil o cárdex. También se acentúan cuando terminan en -s precedida de otra consonante. Ej

1.- árbol
2.- hábil
3.- cáncer
4.- lápiz
5.- caminaría
6.- jugaría
7.- césped
8.- azúcar
9.- hábil
10.- fácil
11.- jugaría
12.- tándem
13.- bolívar
14.- trébol
15.- mármol
16.- ángel
17.- Pérez
18.- González
19.- Ramírez
20.- Benítez

Palabras esdrújulas

La palabra esdrújula o proparoxítona es aquella palabra en la que la acentuación fonética recae en su antepenúltima sílaba. En castellano todas las palabras esdrújulas siempre llevan tilde (acento ortográfico) en la vocal donde recae la acentuación. Algunos ejemplos de palabra esdrújula son teléfono, informática, enciclopédico, lágrima, cárceles, árboles, esdrújula.

Ej

1.- ábaco
2.- antígona
3.- anaxágoras
4.- ópalo
5.- endócrino

Palabras sobreesdrújulas

Una palabra es sobresdrújula cuando el acento está en la trasantepenúltima sílaba. Las palabras sobresdrújulas llevan tilde y acento ortográfico. No obstante, en el caso de adverbios creados a partir de adjetivo con el sufijo -mente, solo se acentuarán en el caso de que el adjetivo lleve la tilde por sí solo.[1]. Por ejemplo, la palabra fríamente lleva tilde puesto que el adjetivo del que está formada (frío) también la lleva, sin embargo efectivamente no la lleva ya que tampoco la tiene efectivo. Ej

1.- regístraselos
2.- considéramelos
3.- estudiábaselo
4.- véndemelo
5.- repíteselo

Formación

  • Añadiendo pronombres enclíticos al verbo, generalmente en modo imperativo: dígaselo, cuéntamelo, corríjaselo, prepáreselo, etc.
  • Añadiendo el sufijo -mente a un adjetivo que llevaba tilde antes de la composición, con lo que se genera un adverbio de modo. En este caso, se acentúan solo cuando a la forma original le corresponde llevar tilde sin el sufijo. Por ejemplo: fácilmente, difícilmente, esporádicamente, etc.

Las palabras que acaban en y, y se pronuncian como i, no son consideradas un diptongo.

Palabras agudas

La palabra aguda u oxítona es aquella palabra en la que el acento recae en su última sílaba. El porcentaje de palabras agudas en el léxico castellano es inferior solamente al de las palabras graves, que son la mayoría. Llevan acento ortográfico las palabras agudas que terminan en -n, en -s o vocal (salvo que la -s esté precedida por otra consonante en -ns). Ejemplos: sofá, café, sentí, salió, tabú, camión, además. Ej

1.- camión
2.- papá
3.- París
4.- león
5.- alegró

Usos de las mayúsculas

En español o castellano, cuando una palabra empieza por las letras ch, qu o ll sólo se escribe en mayúscula la primera letra: Chávez, Quispe, Llerena; esto ya era así cuando se alfabetizaban de forma separada la c y la ch.

Los títulos de libros, películas y otras obras de creación solo llevan mayúscula en la primera palabra y los nombres propios que pudiera haber:[1] Un mundo feliz, Cien años de soledad, Las cuitas del joven Werther.

Sus principales usos son:

  1. Como norma general, después de un punto (ya sea aparte o seguido) o cualquier otro signo que sirva de conclusión de la frase u oración; p. ej.: Al perro le gusta correr. Es muy activo, ¿Lentejas? No, no me quedan.
  2. En los sustantivos propios; p. ej.: Luis, Argentina.
  3. Como norma general, después de los puntos suspensivos, salvo que la frase u oración sea la continuación y no otra independiente; p. ej.: No sé si... Sí, iré; En aquel momento me sentí... feliz.
  4. Los atributos divinos; p. ej.: Santo, Redentor, Monseñor.
  5. La primera letra de la primera palabra del título de una obra (libros, películas, canciones...); p. ej.: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.
  6. Los nombres de las ciencias; p. ej.: Biología, Psicología.
  7. Los nombres de galaxias, constelaciones, estrellas, planetas y satélites: la Vía Láctea, la Osa Mayor, la Estrella Polar, Venus, Ganimedes.

Mayúsculas en palabras o frases enteras

En ocasiones se emplean letras mayúsculas para destacar palabras o frases enteras de un escrito. Suele hacerse así:

En las cubiertas y portadas de los libros impresos, en los títulos de cada una de sus divisiones internas (partes, capítulos, escenas, etc.) y en las inscripciones monumentales. Por ejemplo:

BENITO PÉREZ GALDÓS

FORTUNATA YJACINTA

En las siglas y acrónimos. Ejemplos: ISBN, UNESCO, OTI, OMS. Se escribirán con minúscula, en cambio, los que con el uso se han convertido en nombres comunes. Por ejemplo: inri, láser, radar. Así los recoge el Diccionario de la Academia.

En las cabeceras de diarios y revistas. Ejemplos: MURAL, EL TIEMPO, EL INFORMADOR, LA NACIÓN.

Mayúsculas iniciales

El uso de la mayúscula inicial se rige por la posición que ocupa la palabra (y, en consecuencia, por la puntuación exigida en cada caso), por su condición o categoría de nombre propio y por otras circunstancias.

En función de la puntuación

Se escribirán con letra inicial mayúscula:

a) La primera palabra de un escrito y la que vaya después de punto. Por ejemplo:

Hoy no iré. Mañana puede que sí.

b) La palabra que sigue a los puntos suspensivos, cuando estos cierran un enunciado. Por ejemplo:

No sé si... Sí, iré.

e) La que sigue a un signo de cierre de interrogación (?) o de exclamación (!), si no se interpone coma, punto y coma o dos puntos. Por ejemplo:

¿Dónde? En la estantería.

d) La que va después de dos puntos, siempre que siga a la fórmula de encabezamiento de una carta o documento jurídico-administrativo (Muy señor mío: Le agradeceré ... ), o reproduzca palabras textuales (Pedro dijo: «No volveré hasta las nueve»).

Signo de puntuación

Los signos de puntuación indican pausas obligatorias, delimitan las frases y los párrafos y establecen la jerarquía sintáctica de las proposiciones, consiguiendo así estructurar el texto, ordenar las ideas y jerarquizarlas en principales y secundarias, y eliminar ambigüedades.

Por eso requieren un empleo muy preciso; si se ponen en el lugar equivocado, las palabras y las frases dejan de decir lo que el autor quería decir.

La puntuación varía según el estilo de escritura; sin embargo, las diferencias de estilo que se puedan presentar no eximen a nadie de cumplir con ciertas normas mínimas y de evitar errores generalmente considerados como inaceptables. De ahí la importancia de conocer y aplicar las normas básicas de la puntuación.

No obstante, hay que advertir que más allá de cualquier norma establecida, los signos de puntuación componen también la arquitectura del pensamiento escrito. En este sentido, y tal y como sucede en poesía desde hace más de un siglo, no existen normas exactas para reglamentar el correcto uso de los signos en las partituras, tanto narrativas como poéticas. En términos de principios y parámetros, los signos de puntuación entrarían a formar parte de los parámetros del lenguaje, y en consecuencia se sitúan en un proceso de constante evolución y son variables que pueden depender de otros factores.

Si la finalidad última es la comunicación, podría resultar paradójico encontrarnos con licencias ortográficas que no respetan el modo convencional de escritura y que, sin embargo, expresan a la perfección los conceptos y los ritmos internos, invisibles de otra manera. Como ejemplo de variable «en el extremo» se situarían los cambios en las formas de escritura que están imponiendo los nuevos medios de comunicación, chat, blog, SMS... que más que atacar a las viejas estructuras del lenguaje realizan de él un uso específico, adecuado a la velocidad y otras características del medio en cuestión; aun cuando lo correcto es respetar el uso de los signos de puntuación y evitar la degradación de la lengua castellana por modismos y anglicismos.

Signos principales

Los principales signos de puntuación son el punto, la coma, el punto y coma, las comillas, los paréntesis, los signos de interrogación, los signos de exclamación, los puntos suspensivos y la raya.

] El punto

Artículo principal: Punto (puntuación)

El punto (.) es el signo de puntuación que se coloca al final de los enunciados y las oraciones gramaticales en el español, además de en la mayoría de los lenguajes con el alfabeto latino. Se escriben sin dejar espacio de separación con el carácter que precede, pero dejando un espacio con el carácter que sigue a continuación, a no ser que dicho carácter sea de cierre. Existen tres clases de punto: el punto y seguido, el punto y aparte y el punto final.

  • Punto y seguido. Separa enunciados dentro de un párrafo. Quiere decir que se continúa escribiendo a continuación del punto; la primera letra escrita en este caso irá en mayúsculas. Por ejemplo: «Historia de España. El descubrimiento de América». Se denomina punto y seguido, nombre más lógico y recomendable que el también usual de punto seguido.
  • Punto y aparte. Separa dos párrafos de contenido diferente dentro del texto. A continuación hay que comenzar a escribir en línea distinta. Para seguir las normas se debe colocar sangría a la primera línea de texto del nuevo párrafo. Se denomina punto y aparte, aunque en algunas zonas de América se dice punto aparte.
  • Punto final. Siempre se coloca al final, cerrando un texto o enunciado. No es correcta la denominación punto y final, creada por analogía de las correctas punto y seguido y punto y aparte.[1]

También se usa el punto para indicar que la palabra anterior es una abreviatura. En este caso se escribe la abreviatura seguida del punto y se continúa escribiendo de forma usual. Esta última clase de punto no se aplica en determinadas abreviaturas como puntos cardinales, acrónimos o medidas, que se consideran símbolos.

[editar] La coma

Artículo principal: Coma (puntuación)

La coma (,) es un signo de puntuación que señala una breve pausa dentro del enunciado. Se emplea para separar los miembros de una enumeración, salvo los que vengan precedidos por alguna de las conjunciones y, e, o, u o ni. Por ejemplo:

—Tengo perros, gatos, conejos y ratones. —María volvió a casa, hizo los deberes, cenó y se fue a la cama. —Mi casa tiene muebles, mesas y cuatro camas.

Hay tendencias que admiten su uso para separar dos miembros independientes de una oración, haya o no conjunción entre ellos, siempre y cuando sean realmente independientes; pues, si no, estaríamos en el caso anterior:

—Los soldados saludaban, la gente aplaudía y los niños no paraban de cantar.

También se utiliza para delimitar una aclaración o inciso:

—Nacho, mi primo, acaba de conseguir su primer empleo.

Las locuciones conjuntivas o adverbiales, sea cual sea su posición, van precedidas y seguidas de coma, tales como: en efecto, es decir, en fin, por consiguiente, no obstante y otras de la misma clase.

[editar] Dos puntos

Este signo de puntuación (:) representa una pausa mayor que la de la coma y menor que la del punto. Detiene el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue, que siempre está en estrecha relación con el texto precedente.[2] Un uso importante y frecuente de este signo es introducir citas textuales (uso que a veces se le atribuye incorrectamente a la coma).

[editar] El punto y coma

El punto y coma (;) es un signo de puntuación; gramaticalmente, se utiliza para unir dos oraciones relacionadas en una sola frase (yuxtaposición):

—María estaba apenada por el examen. + María tendrá que estudiar más. = María estaba apenada por el examen; tendrá que estudiar más. —Está lloviendo mucho. + No podremos ir caminando. = Está lloviendo mucho; no podremos ir caminando.

Generalmente se puede sustituir por construcciones del tipo:

—María estaba apenada por el examen y tendrá que estudiar más. —No podremos ir caminando porque está lloviendo mucho.

También sirve para separar los elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones que incluyen comas:

—Había que estar en contacto con la naturaleza; dejar entrar el cielo, el mar y el viento; dormir sobre tablones, sobre el suelo; sentarse en sillas medio rotas.

Además, se usa delante de las conjunciones o locuciones como pero, más, aunque, sin embargo, por tanto y por consiguiente cuando los períodos tienen cierta longitud:

—Creemos en la creatividad y la ruptura de los opresores cánones antiguos como medio de vida; no obstante, somos conscientes de que es necesario mantener un mínimo de tradición en nuestros trabajos.

[editar] Las comillas

Artículo principal: Comillas

Las comillas (« », “ ”, ‘ ’) son signos de puntuación que se ponen al principio y al final de las frases o palabras escritas como citas o ejemplos o de aquellas que se quiere destacar, ya sea por importancia que le dé el autor o por su carácter irónico, vulgar o extranjero e impropio de la lengua que se está usando. A pesar de que está verdaderamente extendido el uso de las comillas inglesas (“ ”) es preferible emplear antes las angulares o españolas (« ») y reservar aquéllas, y finalmente las simples (‘ ’), para cuando deban entrecomillarse partes de un texto ya entrecomillado. Se utilizan, por ejemplo:

  1. Para citar textualmente algo: p. ej., «Me dijo que “supuestamente llegaría hoy”».
  2. Para señalar palabras usadas en un sentido distinto del normal, con el fin de indicar que se han seleccionado intencionalmente y no por error.
  3. Para indicar la intención irónica o sarcástica del empleo de una palabra.
  4. Para indicar algo sobre una palabra o expresión.
  5. Para presentar el significado de una palabra o expresión.
  6. Para destacar que una palabra o expresión es extranjera, se trata de un apodo o de un seudónimo.

En español se utilizan tres tipos de comillas:

  1. Comillas castellanas, latinas, españolas, angulares dobles o guillemot (« »).
  2. Comillas dobles o inglesas (“ ”).
  3. Comillas simples (‘ ’).

Asimismo, se distingue entre comillas de apertura («, “, ‘) y comillas de cierre (», ”, ’).

Cada uno de estos signos tiene su propio uso. Como norma general, como primera opción se utilizan las comillas angulares. Si dentro de lo ya entrecomillado apareciera una segunda cita, se utilizarían otras comillas, siendo preferibles las inglesas, para dejar como recurso final las simples. Lo más frecuente es entrecomillar, desde fuera hacia dentro, en el orden siguiente: «...“...‘...’...”...»

Las comillas simples se utilizan para marcar ejemplos en casos en que no resulta apropiado el uso de la cursiva. También se prefiere su uso para presentar el significado de una palabra:

«—El autor dijo: “Las comillas ('signos de puntuación utilizados para demarcar niveles distintos en una oración') se usan profusamente en mi obra”.»

Dice la norma que los signos de puntuación de una oración que contiene un texto entrecomillado deben colocarse después de las comillas de cierre (sirva de ejemplo el anterior), excepto cuando ese texto no pertenece a ninguna otra oración, es decir, cuando la frase u oración entrecomillada es individual.

En español no se deja espacio alguno entre las comillas y su contenido. Cada idioma tiene sus propias normas de aplicación de las comillas.

[editar] Los paréntesis

Artículo principal: Paréntesis

Los paréntesis (en singular paréntesis) son signos de puntuación. Se usan en pares para separar o intercalar un texto dentro de otro o para hacer una aclaración. Los distintos tipos son:

  • Los paréntesis propiamente dichos ( ).
  • Los corchetes [ ].
  • Las llaves { }.

Para distinguir ambos paréntesis se usa decir:

  • Paréntesis que abre o paréntesis izquierdo al símbolo (.
  • Paréntesis que cierra o paréntesis derecho al símbolo ).

Igual que las comillas, cuando se han de emplear varias veces en un mismo fragmento se utilizan de la siguiente manera: (...[...{...}...]...)

[editar] Signos de interrogación

Artículo principal: Signos de interrogación

El signo de interrogación es un signo de puntuación que denota una pregunta. Su origen se encuentra en el latín. La palabra «cuestión» viene del latín questio, o 'pregunta', abreviado como «Qo». Esta abreviación se transformó en el signo de interrogación.

En la mayoría de los idiomas se utiliza un único signo de interrogación al final de la frase interrogativa: How old are you? (inglés; en español «¿Cuántos años tienes?»). Este fue el uso habitual también en español, hasta mucho después de que la segunda edición de la Ortografía de la Real Academia, en 1754, declarase preceptivo iniciar las preguntas con el signo de apertura de interrogación invertido (¿), y terminarlas con el signo de interrogación ya existente (?) («¿Cuántos años tienes?») al tiempo que se ordenaba lo mismo para los signos de exclamación (¡) y (!). La adopción fue lenta, y se encuentran libros, incluso del siglo XIX, que no utilizan tales signos de apertura. Finalmente se generalizó, seguramente debido a que la sintaxis del español no ayuda en muchos casos a deducir en qué momento se inicia la frase interrogativa, como pasa en otros idiomas.

Una variante que no llegó a generalizarse fue la de utilizar la apertura sólo cuando el enunciado fuera largo, o con riesgo de ambigüedad, pero no para las frases breves y claramente interrogativas, como «Quién vive?». La influencia del inglés está haciendo retornar este viejo criterio. Incluso es común que en las salas de chat o conversaciones en línea en español se use solamente el signo (?) para preguntar, ya que ahorra tiempo al momento de presionar las teclas. Esto podría no tener gran importancia debido a que se está utilizando en conversaciones informales.

[editar] Signos de exclamación

Debe escribirse siempre uno para abrir (¡) y otro para cerrar (!), independientemente de la longitud de la frase, oración o fragmento que encierren. Se utilizan para señalar el carácter exclamativo de una oración. Se escriben para empezar y finalizar una oración exclamativa, exhortativa o imperativa. También van entre signos de exclamación las interjecciones:

  • —¡Siéntate!
  • —¡Qué linda estás!
  • —¡Cuidado con el perro!

[editar] Puntos suspensivos

Artículo principal: Puntos suspensivos

Los puntos suspensivos (...) son tres —y solo tres— puntos sin espacios entre ellos, son un único signo de puntuación que se utiliza al final de una palabra, frase u oración en lugar del punto u otro signo. Se utilizan para dejar en duda o en suspense una acción y se representan por tres puntos consecutivos y alineados horizontalmente al nivel de la línea base de escritura. Es totalmente incorrecto escribir más de tres puntos para expresar este signo: no hacen falta más para dar sensación de suspense.

[editar] Raya

La raya (—), que no debe confundirse con el guión bajo (_) —especialmente en contextos informáticos— ni con el guión (-) —el cual es más corto— ya que tienen usos y significados muy diferentes, se usa para introducir un inciso dentro de un período más extenso y para señalar en los diálogos la intervención de cada locutor y los comentarios e incisos del narrador. Se escriben dos, una para abrir y otra para cerrar, excepto cuando el diálogo no prosigue, que es recomendable suprimir la última y sustituirla por el obligatorio punto; además, se escriben separadas del resto de la frase con un espacio, y pegadas al propio inciso. En el caso de los incisos puede sustituir a la coma para mayor aislamiento de los mismos, y también a los paréntesis, pero para expresar uno menor.[3]

Usos de la raya:

  1. Para encerrar los elementos intercalados, en lugar de comas:
    • Las prendas del espíritu joven —el entusiasmo y la esperanza— corresponden, en las armonías de la historia y la naturaleza, al movimiento y a la luz.
    • Para lograr una buena imagen —que impacte— cuida tus modales.
    • No iré sino mañana —dijo el niño.
  2. En los diálogos de estilo directo, para separar el discurso de cada personaje:

—Luis, la primera impresión en una entrevista es definitiva.

—Lo sé y me estoy preparando.

—Te deseo mucho éxito.

¿Qué Función Cumplen los Signos de Puntuación?

La escritura es una forma de comunicación que implica una construcción lineal; dado que es imposible escribirlo todo al mismo tiempo, es necesario separar las ideas, jerarquizarlas y ponerlas en orden. En esta labor, los signos de puntuación sirven para:

  • Estructurar el texto.
  • Delimitar las frases y los párrafos.
  • Hacer énfasis en las ideas principales.
  • Ordenar las ideas secundarias.
  • Eliminar ambigüedades.

Una buena puntuación asegura la adecuada articulación de las unidades de significado que integran una frase o un párrafo. Por eso los signos de puntuación requieren un empleo muy preciso; si se ponen en el lugar equivocado, las palabras y las frases dejan de decir lo que el autor quería decir. Cuanto más resalten los signos la estructuración del contenido (tema central, sub-tema, idea, detalle), tanto más coherente y preciso se hace el texto. Las reglas de puntuación son muy amplias, cada persona tiene su estilo de expresarse, así como tiene un estilo de redacción. Los signos de puntuación depende del texto que escribimos, si es un informe la información debe de ser expresada en una forma directa mientras si es un ensayo es mas libre por que se puede dar opinión o defender una idea.

¿Cómo Utilizar los Signos de Puntuación?

Algunas recomendaciones generales que vale la pena tener en cuenta a la hora de escribir:

  • Absténgase de tomar la entonación como referencia para la puntuación. La escritura es una comunicación muda y comúnmente leemos los textos en silencio. No es lo mismo escribir que hablar y tampoco es lo mismo leer un texto que escuchar una charla. La puntuación, por lo tanto, obedece a las reglas de construcción del discurso escrito, que son independientes de la comunicación oral.
  • Tenga en cuenta que los textos literarios no siempre son un buen modelo para el uso de los signos de puntuación. El arte literario concede a los escritores un margen de libertad expresiva que les permite transgredir en ocasiones las normas convencionales del idioma. Esta libertad viene muy bien a la hora de escribir un poema o una narración, pero resulta fuera de lugar en la escritura académica.
  • Revise la puntuación de sus textos antes de imprimirlos o publicarlos. A través de la revisión UD. se convierte en el primer lector de su propio escrito; eso le da una oportunidad de verificar si se ha expresado con claridad.
  • Sea cortés con su potencial lector: no lo abrume con un exceso de signos ni lo confunda con su escasez. Recuerde que la función esencial de la puntuación es facilitarle al lector una adecuada comprensión de los textos.

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